Un dispositivo eléctrico conocido como interruptor termomagnético, también llamado llave térmica, cumple una función vital al proteger cables y componentes eléctricos conectados dentro de un mismo circuito eléctrico.
Su principal propósito es prevenir las sobrecargas de voltaje que podrían causar accidentes graves a la propiedad y poner en peligro la seguridad física de las personas que residen en el lugar.
Los interruptores termomagnéticos han sustituido de manera efectiva a los fusibles, debido a que no es preciso reemplazarlos por uno nuevo cada vez que se funden.
En instalaciones eléctricas complejas, como las que se encuentran en fábricas, los interruptores termomagnéticos se combinan con componentes adicionales, como contactos auxiliares, bobinas de baja tensión o sistemas de barras colectoras, para optimizar su funcionamiento.
¿Para que sirve un interruptor termomagnético?
Los interruptores termomagnéticos tienen la función de detener el flujo de corriente cuando detectan que esta excede los límites permitidos, lo que garantiza la protección del circuito eléctrico contra sobrecargas y cortocircuitos.
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¿Cómo funciona el interruptor termomagnético?
El modo de operación de los interruptores termomagnéticos se fundamenta en dos conceptos físicos: la dilatación de un metal a causa del calor y las fuerzas de atracción generadas por campos magnéticos.
En primer término, estos interruptores cuentan con un bimetal a través del cual circula la corriente eléctrica. Conforme la intensidad de la corriente se incrementa, el bimetal comienza a desprender calor y expandirse, lo que conlleva a la apertura del circuito.
Por otro lado, el interruptor también cuenta con una bobina por la cual circula corriente, generando un campo magnético. A medida que la intensidad de la corriente se incrementa, la fuerza del campo magnético aumenta, lo que provoca una atracción en un núcleo ubicado en el interior del interruptor.
Cuando el campo magnético es lo suficientemente fuerte para atraer por completo el núcleo, es decir, cuando la corriente eléctrica es excesiva o sobrepasa los límites, se produce el corte del circuito para protegerlo.
Tipos de interuptores termomagneticos
Hay diversos tipos de interruptores termomagnéticos que se distinguen por su tiempo de respuesta, el cual varía según la intensidad de la corriente.
- Interruptor termomagnético curva B: Es comúnmente utilizado en edificios porque ofrece una intensidad nominal entre 1,1 y 1,4 veces cuando actúa por efecto térmico y entre 3 y 5 veces cuando actúa por efecto magnético.
- Interruptor termomagnético curva C: Este dispositivo se emplea en domicilios. Cuando actúa por efecto térmico, tiene una intensidad nominal entre 1,1 y 1,4 veces, y entre 5 y 10 veces cuando actúa por efecto magnético.
- Interruptor termomagnético curva D: Estos interruptores se utilizan en entornos industriales. Tienen una corriente nominal entre 10 y 14 veces por efecto magnético y entre 1,1 y 1,4 veces cuando actúa por efecto térmico.
- Interruptor termomagnético de curva MA: Actúa con corrientes 12 veces mayores que la nominal con efecto magnético.
- Interruptor termomagnético de curva Z: Se utiliza para proteger instalaciones con componentes electrónicos. Ofrece una corriente nominal entre 1,1 y 1,4 veces cuando actúa por efecto térmico y entre 2,4 y 3,6 veces cuando actúa por efecto magnético.
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Diferencia entre este interruptor y el diferencial
Para seleccionar el tipo adecuado de interruptor termomagnético, es importante comprender que estos dispositivos están compuestos por dos partes fundamentales: un electroimán y una lámina bimetálica que se conectan en serie y por donde circula la corriente que va hacia la carga.
El funcionamiento se basa en la dilatación de la lámina debido al calor y en la fuerza de atracción generada por el electroimán.
Sin embargo, es relevante no confundir un interruptor termomagnético con un interruptor diferencial, ya que el primero se instala directamente en la red eléctrica, mientras que el interruptor diferencial está diseñado para proteger a las personas que lo accionan
Beneficios de utilizar un interruptor termomagnético
Uno de los principales beneficios de los interruptores termomagnéticos es su facilidad de uso para personas sin conocimientos técnicos en electricidad. Esto es especialmente valioso para los usuarios finales que no tienen experiencia en el área. Los interruptores termomagnéticos pueden ser manejados con comodidad y versatilidad sin comprometer el sistema ni afectar el funcionamiento del producto según las normas vigentes.
Además, estos interruptores presentan una alta capacidad de ruptura, lo que significa que son resistentes a grandes corrientes de cortocircuito y no se dañan en el proceso. Pueden soportar sobrecargas que exceden hasta un 30% de la capacidad normal y afrontar cortocircuitos que llegan a ser de 5 a 10 veces la corriente nominal.
Gracias a su amplio rango de aplicaciones, los interruptores termomagnéticos contribuyen a prevenir accidentes e incendios causados por fallos eléctricos. Actúan de manera automática al detectar la falla y cortan el flujo de corriente únicamente en la zona afectada, evitando que afecte a toda la edificación. Esta protección contra cortocircuitos y sobrecargas salvaguarda los equipos y cables eléctricos en los tableros de distribución, asegurando un suministro eléctrico ininterrumpido ante cualquier eventualidad relacionada con estos factores.
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Conclusion
Los interruptores termomagnéticos son dispositivos altamente accesibles y seguros que ofrecen una protección efectiva contra sobrecargas y cortocircuitos en instalaciones eléctricas. Su facilidad de uso y alta capacidad de ruptura los hacen ideales para aplicaciones en diversas áreas, previniendo accidentes y garantizando un flujo eléctrico estable en cualquier situación.
